domingo, 16 de febrero de 2014

Investigación-Acción Educativa y Pedagógica.

Investigación-Acción Educativa y Pedagógica.

Para abordar este enfoque de investigación nos acompañó el profesor Fernando Estrada, quien comienza planteando la configuración de este enfoque en educación desde lo que ha sido la Investigación-acción.

La Investigación-acción es una indagación por las acciones que permitan transformar la realidad, especialmente en contextos que presentan problemáticas de diversa índole, por lo tanto, transformar es la finalidad esencial de la Investigación-acción.

La Investigación-acción participativa como método de investigación tiene su eje fundamental en la participación de los sujetos que están inmersos en la realidad que se desea estudiar, este tipo de investigación requiere formar a los participantes, así como establecer equipos de trabajo multisectoriales que puedan hacer diversos aportes, siendo así, permite la participación desde distintos lugares de posicionamiento: Academia/comunidad.

Este tipo de investigación no suele realizarse en plazos cortos, normalmente es un proceso largo que puede tomar desde 5 hasta 10 años.

Para comprender este enfoque tuvimos como referente la propuesta de Bernardo Restrepo Gómez “Cultura investigativa y maestro investigador: aprendizajes de una experiencia” a partir de la cual se hacen ciertas claridades:
  •  Investigación-acción educativa (IAE): Está ligada a la indagación y transformación de procesos educativos en general.
  •  Investigación-acción pedagógica (IAP): Esta se focaliza en la práctica pedagógica de las y los maestros.
Igualmente se hace la diferencia entre investigación educativa e investigación en educación:
  • Investigación educativa: es aquella que se realiza dentro de la escuela, en sus dimensiones pedagógica, didáctica, sociológica y psicológica.
  • Investigación sobre educación: es externa a la escuela, estudia la educación como un fenómeno social.

Mediante este enfoque se pretende que el maestro sea investigador, existiendo posturas frente a la posibilidad de que el maestro investigue a la vez que enseña:
  1. Si se puede ser investigador a la vez que se enseña.
  2. No es posible ejercer la docencia e investigar al mismo tiempo.
  3. Si es posible ser docente e investigar sobre la propia práctica pedagógica más no sobre los objetos de los saberes específicos.


El maestro observa el universo de su práctica pedagógica y descubre las manchas que le impiden ser más efectivo en su  enseñanza, consigna por escrito tales observaciones y críticas, ensaya y valida sistemáticamente sus propuestas de transformación y genera saber pedagógico. (Restrepo, 2002:11)

A partir de su experiencia con diferentes grupos, Bernardo Restrepo ha propuesto un prototipo de I-A-Educativa particular en el cual la primera fase se ha constituido como una deconstrucción de la práctica pedagógica del maestro, la segunda como una reconstrucción o planteamiento de alternativas y la tercera como evaluación de la efectividad de la práctica reconstruida.

Deconstrucción:

Se analiza la práctica desde el concepto “deconstruir” propuesto por Derrida, es una búsqueda continua de la estructura de la práctica y sus raíces teóricas para identificarla y someterla a crítica y mejoramiento continuo, para así poder develar su estructura, resultados relativos, errores y aciertos. “La introspección, el autoexamen crítico, nos permite, además, descubrir nuestras debilidades pedagógicas y dejar de asumir siempre la posición de juez en todas las cosas” (Morin, 1999).

Reconstrucción:

Es reafirmar lo bueno de la práctica (que anteriormente ha sido deconstruida), complementada con esfuerzos nuevos y propuestas de transformación de aquellos componentes débiles, inefectivos, ineficientes.
Para Restrepo (2002: 11) Toda investigación tiene como meta la búsqueda y creación de conocimiento. La Investigación-Acción Educativa lo hace en dos momentos: al deconstruir la práctica o reflexionar sobre la misma  críticamente descubre su estructura y los amarres teóricos u operativos de la misma, lo que ya es un conocimiento sistemático; y al reconstruir la práctica se produce saber pedagógico nuevo para el docente y se le objetiva y sustenta por escrito.

Evaluación:

El análisis se lleva a cabo desde la efectividad del modelo, desde la credibilidad y aceptación del modelo, desde su capacidad para integrar teoría y práctica, desde el fortalecimiento de la práctica reflexiva y desde el impulso a una nueva relación ética entre profesor y alumno. Este análisis no es una etapa subsiguiente a la ejecución de los proyectos, sino paralelo al desarrollo de éstos; Sólo que se sintetiza, se ordena y se ubica al final del informe como es la usanza en los informes de investigación. (Restrepo, 2002: 13)

Técnicas e instrumentos.

Las técnicas usualmente empleadas son:
  •  Diario de campo/pedagógico: Narrativa o descripción de la práctica, Comentario crítico o autocrítico, La interpretación o develación de los significados, La intervención o elaboración de propuestas de acción.
  • Entrevista (puede ser colectiva o individual)
  • Grupos focales.


Para profundizar más se puede consultar en el Módulo II: Metodología el texto de Bernardo Restrepo (2002). “Cultura investigativa y maestro investigador: aprendizajes de una experiencia”.

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